domingo, 29 de noviembre de 2015

La paz y yo


La paz y yo, a veces, no somos buenos amigos. Ella me busca, aún cuando le soy esquivo.

Me llama a gritos. Reclama a mis sentidos. Ahuyenta las piedras de mi camino.

Consejera cruel que amaina la tempestad. Compañera pérfida que deja apuntes para el olvido.

La paz y yo, a veces, no somos buenos amigos. Cuando la busco no viene conmigo.


martes, 24 de noviembre de 2015

El médico



¿Y dice usted que tiene...? -le instó el médico.

- Es como... No sabría decirle... ¡Un cosquilleo! ¡Eso! ¡Un cosquilleo a la altura del estómago!

¿Le duele? -continuó el galeno.

- Mmmm... No.

¿Le molesta por lo menos? ¿Náuseas? ¿Vómitos? 

- Lo cierto es que no. Bueno, a veces siento como un vacío en la misma zona.

Aparte de esos "cosquilleos" y ese "vacío", ¿qué más le ocasiona esa anomalía que me comenta? -preguntó el doctor con curiosidad.

- Pues mire... Palpitaciones, euforia, excitación...

Póngase aquí -le dijo al paciente, señalándole una máquina para hacer radiografías que aparentaba no ser muy moderna.

Vamos a ver qué tiene usted ahí, que me está dejando intrigado.

(Acercó su cara a la pantalla, deteniéndose a observar. Y con gesto adusto se dirigió al paciente).

Mire ustedLlevo muchos años en esto y no es la primera vez que veo casos así. Créame. No será fácil.

(El enfermo hizo una mueca que denotaba cierto temor).

- ¿Es grave?

¡Oh! ¡Ya lo creo, caballero! Lo que ahora son cosquilleos pasarán a ser dolores de cabeza, estados de ánimos alterados, síndrome confusional agudo, vigilia...

- Pero... ¡Si solo noto como mariposas en el estómago! ¿Qué padezco, doctor?

Amor, amigo mío. Amor. Y ya sabe usted que el amor no tiene cura.



Escalofríos


Le dicen escalofríos cuando la piel se enerva, cuando los sentidos se inquietan, cuando la respiración se agita y el pulso se hiela.

Le dicen escalofríos, pero yo sé que es tu sonrisa, son tus miradas, son tus palabras, son tus labios cuando me besas.


domingo, 22 de noviembre de 2015

En el ocaso


Tú no has visto llorar de pena al sol cuando se esconde tras el horizonte.

Horizonte, tú que has visto llorar de pena al sol cuando se esconde.

Cuando te escondes, sol, tú no has visto llorar de pena al horizonte.



jueves, 19 de noviembre de 2015

Campanas de mi barrio


¿No las escuchas? ¿¡En serio!? ¿No te llaman?

Suenan como algarada. Como a reunión de chiquillos con sus juegos en aquella plaza.

Repican con alegría. Voltean como como late el corazón de una enamorada.

Hablan. Contando las historias de cada día. ¡Cuidado, que hay ropa tendida!

Maravillas de bronce fundidas. Pregoneras al viento. Poesía sin papel. Vecinas de toda la vida. 

Palco de piedra, enseña de mi barrio. Que como tus campanas, en ningún rincón he escuchado.



miércoles, 18 de noviembre de 2015

El pretérito de amar



Amar, mi amor. Es el verbo que más duele cuando su pasado se conjuga.

Amaba, había amado, hubiese amado. El pretérito de amar, mi amor, es el recuerdo que siempre turba.

Mi amor, amar es un sentimiento que, con tristeza o felicidad, al alma siempre desnuda.

Amar, mi amor, debiera conjugarse solo en Presente para que, en lugar de herir, no dejase ninguna duda.


lunes, 16 de noviembre de 2015

La 'levantá'


Acercadlo al cielo, quitadle el peso de la cruz que carga mientras del suelo vuestros pies se separan.

Que no note ni las espinas que se le clavan, y que su túnica no le roce ninguna de las llagas de su carne maltratada.

Que Amargura no sea el camino, sino el consuelo de la palabra de la Madre que lo buscaba. 

¡Al cielo, cargadores! ¡Al cielo, como Dios manda! Que cada 'levantá' del Lunes Santo, alivie su afligida mirada.

(Foto José M. Fdez-Andes)


domingo, 15 de noviembre de 2015

A mi Cristo


¿Te acuerdas cuando nos quedábamos solos con el silencio por único acompañante?

¿Recuerdas que intentaba rezarte y de mis adentros solo salían silencios que no dejaban pronunciarme?

La tenue luz iluminando tu cara. Tu cara iluminando mi alma. Mi alma buscando tu paz. Mi paz al contemplar tu mirada.

Seguro que no te olvidas de aquellas frugales visitas, como yo no me olvido de amarte cada día a pesar de la distancia.



sábado, 14 de noviembre de 2015

Sé poeta

"La vida no siempre es poesía, pero la poesía siempre es vida".



Embelésate de lo que te rodea, y rodéate de lo que te embelesa, porque saber apreciar la belleza, créeme, es como escribir un poema.

Bastantes problemas nos aturden, que nos invaden de tristezas. Desde un beso al despertar hasta un te quiero sin más, créeme, nos hace ser poetas.


viernes, 13 de noviembre de 2015

Voló la poesía

Discutían los poetas por quién escribía mejor poesía. Mientras, la poesía se escribía sola sin letras. ¡Ay, cuartetas!

Discutieron entonces los poetas por haber abandonado a la poesía. Y la poesía se declamaba sola. ¡Ay, tristeza!

Se enzarzaron los poetas en acusaciones sobre quién se olvidó de la poesía. Y la poesía volaba ya sola. ¡Ay, cometa!

Lloraron los poetas al ver marchar la poesía. Y la poesía ¡ay, mujer! viajó en busca de aquel que solo la amara a ella.


El gato


Maullaba junto a la puerta de su casa. Un lamento. El sollozo de un plañidero felino. 

Era ya de madrugada. Sonaban las campanadas de una iglesia lejana. La lluvia arreciaba y el trueno removía los cimientos de la calma. El gato clamaba incesante. Doloroso.


El reloj en la mesa de noche parecía languidecer con su tictac. En la habitación contigua había gente que charlaba sin alzar la voz. La luz se apagó de repente, y la quietud se sobresaltó por un instante. Solo quedaron encendidas las luces titubeantes de dos lamparillas en un vaso desgastado que contenía agua y aceite.


Las sombras de la sala de estar eran lúgubres presagios. Un estertor se oyó desde el dormitorio que todos velaban. Un suspiro. Una expiración. La luz de una de las lamparillas se ahogó de súbito. No se oía más que llover con vehemencia sobre el techado de la casa. Un silencio sepulcral se hizo de repente, y en la penumbra de la única luminaria encendida parecían conjurarse las sombras.


Tétrica la despedida entre lágrimas y el responso de las viejas vecinas. Marcaba más de las dos en el reloj, y maullaba el gato que avisaba que la Muerte visitaba la casa para señalar la hora precisa.


jueves, 12 de noviembre de 2015

Sueños de Lunes Santo


Tú no lo entiendes y yo no puedo explicarlo, pero despertaría cada día en la mañana de un Lunes Santo. Reviviría cada momento de su tarde y cuando el reloj acabe con el encanto, y al cerrar los ojos solo vea capas rojas y capirotes blancos, ¡ay, sueño! volvería a despertarme pensando que ayer fue Domingo de Ramos.

(Foto La Voz de Cádiz)

martes, 10 de noviembre de 2015

El pacto


Buscaba algo inalcanzable, y tanto era su afán y tan poco su miedo a los retos que decidió pactar con el diablo.

Invocó su nombre sobre un círculo hecho a tiza en el suelo, sacrificó un animal y tomó su vida teñida de rojo que derramó en un vaso, y con la que consagró en un altar de luces tenues que generaban tenebrosas sombras.  


Una voz gutural, pero atractiva, salió de ninguna parte y espetó.

- Soy yo, el que esperabas. Te daré lo que me pidas y, a cambio, tu alma será mía.

El hombre, para cerrar el trato, se hizo un corte en el dedo para sellarlo con su sangre. Y mientras caían un par de gotas dentro del círculo, miró al frente y observó una figura que le miraba desde lejos y a la que creyó adivinarle una sonrisa.

Las gotas tocaron el suelo. El pacto estaba firmado. El hombre alzó la vista y la dirigió hacia la inquietante silueta que permanecía aún allí.

- ¡Oyeme! -se dirigió hacia el misterioso personaje- Más te vale que lo que te he pedido sea como yo quiero. Si no es así, cuando vengas a llevarte mi alma, temerás haberme hecho sellar este contrato. 

El Demonio rió de forma desmesurada.

- ¿Me amenazas, incauto? -respondió el Diablo.

El avezado amenazador sonrió con malicia. 

- No. Te lo prometo.

El Maléfico parecía furibundo y le replicó.

- ¿Y si no cumplo mi parte y te quedas sin eso que tanto anhelas?



- Entonces -conminó el hombre- te quitaré lo que más quieres.

Una carcajada terrorífica invadió el lugar. 

- Yo no le tengo apego a nadie, ni a nada. ¿Qué vas a tomar que tanto me puede interesar? -comentó divertido el diabólico ser.

- Tu maldad -aseveró el hombre.

El Diablo dejó de sonreír y vio en los ojos del invocador una muesca aviesa. ¿Sería un farol? No lo parecía.

El hombre murió a edad avanzada. Consiguió lo que quiso y aún más, pero el Demonio no se hizo con su alma descarnada, no se atrevía a llevar a su reino a alguien capaz de tener el espíritu más negro que él.





sábado, 7 de noviembre de 2015

Fiestas laicas

Hablemos de contentar al pueblo que ha vivido siempre, y desde hace muchos años sin presiones de la pérfida Mater Eclesiae, con sus tradiciones.

- ¡Impuestas por el nacionalcatolicismo facistoide! 

Pues en los ochenta, noventa y ya metidos en el siglo XXI lo dudo mucho, oiga.

Hoy las políticas emergentes, y las no tanto, quieren y logran apartar lo social de lo religioso porque España es un país aconfesional (que solo quiere decir que es una nación donde se respeta cualquier confesión o filosofía), pero eso no implica hacer desaparecer las religiones que, por otro lado, entra dentro de las libertades personales.

- ¡Particulares! ¡Íntimas!

Pues como el ser de izquierdas o derechas.

- ¿¡Cómo!?

Coma, coma...

La realidad es que la sociedad (social), vive sus costumbres, muchas religiosas. No participan de sus liturgias, pero en navidad, por poner un ejemplo que se va acercando, quien más y quien menos pone, no digo un Nacimiento, sino un arbolito (de navidad). Y el cinco de enero hacen de reyes magos (que adoraban al Niño Jesús).

- ¡Es la ilusión de los chiquillos!

Y la de los adultos (¿A quién no le gusta una sorpresa?)



Se ridiculiza al cofrade, a la beata de misa de ocho, a quien exhibe en su balcón un dosel con la imagen de Jesús en las fiestas donde se conmemora (por parte de los cristianos) su natividad... Todo por creer en algo que no todos entienden.

¿Ese es la tolerancia que promueve la ideología del respeto a todos



Pues bien, como la realidad es la que es, y no se puede pintar a brochazos para tapar lo que antes había, los niños siguen queriendo reyes, imitan a cargadores o costaleros, les gusta ser el centro de atención en actos donde haya público, ¿y qué se inventa para ello? ¡Las celebraciones laicas!

Bautizos civiles, comuniones civiles, ahora Madrid dice que hará ¡un Belén  laico! ¿Lo próximo serán las procesiones laicas con toda su parafernalia? En cierto modo, Halloween es signo de ello.



Es el sinsentido. La incoherencia y la falta  de razón por querer despojar a la sociedad de lo que nunca se ha quejado, al menos desde que la democracia se instauró en España. Tradiciones que, por otro lado, dan no pocos beneficios a las ciudades.






viernes, 6 de noviembre de 2015

Poema del recuerdo


Cerrar los ojos y pensarte.
Dormir y soñarte. 
Despertar y encontrarte. 
Mi única razón es vivir sin olvidarte.


A la Sevilla de verdad


Te voy a decir cuándo me gustas.

Que lástima, romana, mora y cristiana que hayan hecho de ti templo de la soberbia provinciana.




Envidia hecha piedra y piedra hecha vanidad. Porque eres, Sevilla, para adular y yerran los que se creen que tras de ti, ni hablar.

Me enamoraron tus calles vacías de galas en las mañanas que te despiertas sin pintar. Esas donde eres la verdadera mujer a la que cantar.

Me embaucaron tus silencios. Me sobornaron el alma los ecos de las tristes tramas de tu poeta  universal. Me atraparon tus siluetas de eternidad.

Me elevaron los cantos de las aves que al caminarte endulzan. Me perdieron los sentidos al conjugar los verbos sentir y amar al pasear.


Me embriagó tu solemnidad cuando hay que saber estar. Me aturdió tu devoción más allá del altar. Me cautivó... ¡Ay, Señor del Gran Poder! Tu 'mirá'.

Así me gustas. Libre del disfraz del pueblo que manosea tu esencia. Limpia de esa farseta de sevillanía, lupanar de fatuidad.

Madre, maestra, cuna, espejo, reflejo, manual. Todo eso eres. Pero lo que a mí me prendó, Sevilla, fue conocerte sin maquillar.

martes, 3 de noviembre de 2015

Divina poesía

A lo bello le dicen poesía, a la poesía belleza. Mas no es el poeta quien clama qué es bello, sino que es la belleza quien escribe sus letras.

Así es Dios la poesía misma que creó a su imagen al poeta. El ser que alaba su grandeza, que la adora, que le hace levantar de estrofas iglesias, que le reza.

Lo sublime y lo humano. La palabra divina entre lo profano. El juego a hacer del hombre su obra, y es su obra la religión de hacer hermoso lo mundano.

Bendita esta traición a lo prosaico. Bendita esta catequesis de los versos glorificados. Bendito ese Dios por los hombres declamado.

A lo bello le dicen poesía, a la poesía le dicen belleza. Y tanto esplendor hay en su alma etérea, que ha hecho del hombre su profeta.