jueves, 7 de abril de 2016

Estrofas de primavera


Fresco el día, que la húmeda noche regalaba, había amanecido con las hojas de los árboles de lentejuelas de rocío bordadas.

Paseaba mis sentidos entre olores de recién mañana que aún se desperezaba; sol y luna se encontraban.

Sonreía mi alma. Mi ánimo se vestía de gala porque hoy quería salir a pavonearse frente a aquella vida que, a veces, deja sin ganas.

Fueron mis pies los que avisaron de lo que no me percataba: llovía. Mis pasos caminaban entre fingidas aguas de perfumadas fragancias.

Benditas lluvias de abril; benditas gotas blancas; benditos chaparrones que de pétalos encharcan los grises, y da color al mausoleo de las pisadas.

Sin paraguas negro aquella mañana, se aliaba la esperanza con aquellas guerrilleras estrofas de primavera que de ilusiones me mojaban.